Después de recibir el alta médica, Alan Ruschel uno de los sobrevivientes del accidente aéreo de Chapecoenses ocurrido el pasado 28 de noviembre, volvió a visitar el estadio de fútbol Arena Conda, poniéndose la camiseta del equipo.
El defensa/Lateral tuvo la oportunidad de dar una conferencia llena de mucha emoción. En momento de la conferencia el jugador de 27 años entro en llantos anunciando que hará todo lo posible para volver al terreno de juego y jugar: “Haré todo lo posible para jugar fútbol. Pero debe ser con paciencia para poder darle una alegría a la gente de aquí“.
Con sentimientos encontrados el jugador siguió declarando: “No existen palabras para contar lo que estoy sintiendo. Es una mezcla grande de sentimientos: una alegría por estar aquí de nuevo, pero al mismo tiempo un luto por haber perdido tantos amigos“.
Es un gran milagro haber sobrevivido: “En el momento en que cayó el avión, Dios me puso en su regazo y me dijo que tenía más misiones en la tierra, por eso él no me llevó. La única explicación es la de los milagros: el de estar vivo y el de estar andando“.
Afrontar la vida de una manera muy distinta: “Estaba yendo a jugar un partido…uno no sabe si va a volver, no sabe lo que va a pasar en los próximos diez minutos. Eso me queda de lección: aprovechar la vida y hacer el bien. Lo que hicieron conmigo en estos días no tiene explicación: cómo me trataron allá (en Colombia), aquí, lo que los médicos hicieron por mí. No tiene explicación“.
El jugador expreso que se salvó por motivo de que le estaban insistiendo que se cambiara de puesto y que se sentara en la parte de adelante: “Cuando llegamos a Santa Cruz de la Sierra, antes de subir al avión, Cadu (uno de los directos del club) pidió que me sentara más adelante. Yo estaba sentado atrás, pero él quería dejar a los periodistas en el fondo. Al principio, no quise moverme. Pero ahí, Follmann me insistió para que me sentase con él. Y ahí dejé mi lugar y fui. Esa es la parte que recuerdo. Después, estaba mi esposa Marina hablándome en el hospital“.